
¿POR QUÉ CREE MI PROPIA EMPRESA?
En este artículo os voy a hablar sobre mi trayectoria profesional y cómo llegué a crear mi propia empresa, qué es lo que me movió y cómo está siendo el proceso. No es una historia fuera de lo común, pero creo que puede ser útil para algunas personas que estén pensando en dejar su trabajo y montar su propia empresa, o para aquellas que estén empezando a hacerlo. Creo que también puede ser de ayuda para que conozcáis el origen de EJ innovation.
A nivel personal, este artículo sobre mi propia empresa también tiene un sentido importante para mí. Soy una persona muy habladora y abierta. Para nada parezco tímido, y no lo soy. Sin embargo, muchas veces me cuesta o me da vergüenza hablar de mí mismo, especialmente en ámbitos públicos. Me da miedo exponerme a lo que piensan los demás, a que no les guste lo que piense, diga o haga.
Pero paso a paso, mi intención es hacer pequeñas cosas que, una sumada a la otra, vayan haciéndome perder esa vergüenza, aceptarla, y aceptar que los demás (vosotros) penséis lo que os parezca sobre lo que piense, diga o haga. Mi objetivo es tener una sola vida, una sola cara. Mostrarme igual con las personas que me conocen que con las que no, comunicar lo que pienso o siento con naturalidad y mostrar mi posicionamiento sobre cualquier tema si lo considero conveniente. No es necesario que esa vida o esa cara sea la pera, sino que sea la verdadera.
En resumen, esta historia no va de éxito o fracaso, va de acercarme cada día un poco más a lo que soy realmente. Si te apetece leerla, aquí está.
Para empezar, decir que me llamo Evelio Jimeno, Eve para los que me conocéis más. Nací en Ágreda, un pueblo de Soria, y me influye más de lo que parece. Desde pequeño tengo mucha curiosidad por la tecnología, la innovación y el emprendimiento. Yo quería ser inventor y me gustaba mucho resolver problemas matemáticos enrevesados, de los que requieren pensamiento lateral. La asignatura que más recuerdo sin duda fue Taller de Matemáticas.
De pequeño también tocaba el piano desde los 7 años. De hecho, llegué a sacarme el título de profesor de piano a la vez que estudiaba ingeniería técnica industrial mecánica en Zaragoza y al final de la carrera me fui de Erasmus a Irlanda a hacer el proyecto fin de carrera. De forma indirecta decidí dedicarme a la ingeniería en vez de a la música. A la que le apasiona la música es a mi hermana, y yo seguía un poco el camino. Dejé el piano durante muchos años, pero el año pasado decidí comprarme un piano electrónico para recuperarlo.
El año en Irlanda (2002-2003) me abrió la mente, me sirvió para aprender inglés de verdad y mejoró mucho mi vida. Descubrí que me encanta viajar, sobre todo por periodos largos de tiempo más que propiamente por turismo. Y también hice muchos amigos que todavía están ahí.
Cuando volví de Irlanda empecé Ingeniería Industrial en Pamplona y también empecé a colaborar con Ingeniería Sin Fronteras como voluntario. Y cuando acabé me fui a hacer el proyecto fin de carrera a Argentina. Lo de viajar para acabar algo, me había gustado.
Empecé mi carrera profesional trabajando dos años como ingeniero de diseño y project manager de construcción en Idom. Me lo pasaba pipa, pero en mi mente tenía ideas sobre emprender y me llegó una propuesta de una persona cercana que tenía varias empresas y me propuso introducir y vender en exclusiva un producto nuevo en España y acepté. Era el único trabajador de la empresa, se llamaba Casasan, y durante algo más de un año recorrí España con un coche “evangelizando” para introducir el producto. Era un reto emocionante, pero era duro recibir tantos “no” al día. Por momentos pensaba en dejarlo porque no terminaba de verme en un trabajo de este tipo a largo plazo, muy tipo comercial de Wurth, pero la vida lo solucionó. Llegó la crisis y nosotros no vendíamos, así que me mandaron a la calle.
Yo siempre había sido un buen estudiante, y nunca pensé que me iba a ir al paro. Todavía recuerdo que uno de los primeros días de la carrera me dijeron que de ahí iban a salir los directivos del mañana. Fue un baño de humildad, que me dolió pero me vino bien. Ahora, mucho tiempo después veo con más perspectiva el riesgo intrínseco de crear una empresa que empieza a vender un producto nuevo en un mercado.
Pero como no hay mal que por bien no venga, aproveché el momento para viajar como voluntario unos meses a Benin, un país del África subsahariana con niños de la calle. En ese momento me dio por crear un blog para ese viaje, porque ya empezaba a intuir que yo necesitaba comunicarme y aproveché esa experiencia para que mi entorno pudiera saber un poco más de mis andanzas. Si tenéis curiosidad, es el blog Eve en Benin. A la vuelta, como había dejado todo medio preparado, encontré trabajo muy rápido y ahí empezó mi carrera como consultor de innovación y financiación pública. Era noviembre de 2009.
Trabajé dos años como consultor para empresas industriales en Navarra y País Vasco, y después me trasladé a Madrid, donde trabajé en la misma empresa principalmente para empresas del IBEX como consultor y también al final, realizando algunas labores comerciales. Este cambio fue muy positivo para mi, porque Madrid es una ciudad muy abierta, muy emprendedora y que acoge muy bien a las personas que llegan a vivir aquí, sean de donde sean. Todos los miércoles juego un partidillo de fútbol y somos gente de Madrid, Barcelona, Mallorca, Bolivia, Alemania, Italia, Logroño, Navarra, Málaga, Badajoz, Valencia, Soria…. y eso mola mucho. Aquí conocí a mi mujer, madrileña, así que pinta que seguiremos por aquí. Bueno, relativamente, acabamos de mudarnos a Majadahonda para tener más espacio y una vida un poco más sencilla con los niños. Así que muy contento en este sentido. Como siempre, viajar me sale bien ;-).
A finales de 2017, tras 9 años en la misma empresa, esta vez decidí despedir yo a mis jefes y montar mi propia empresa. Fue un clic mental casi inesperado. Siempre había pensado en montar mi propio negocio, pero pasaba el tiempo y no encontraba el “qué”. En muchos momentos pensaba que nunca daría el paso, y también dudaba sobre si mis ganas de emprender eran genuinamente mías o aprendidas de mi familia. No sé por qué ocurrió, pero lo recuerdo muy bien, hacía dos meses que había nacido mi primer hijo y sí que recuerdo que pensé:
– Mejor mostrar a mi hijo que lo intenté y fallé, que decirle que no me atreví y seguí aunque no estaba contento con lo que hacía. Esto me dio convicción.
– Luego recordé una frase que me dijo Fabián, el dueño de Casasan: ¿Qué sabes hacer que puedas vender?
– Y luego, lo que siempre escucho a las startups: Falla rápido, falla barato.
Y lo único que venía a mi mente era lo que ya sabía hacer y podría probar a vender – Consultor de innovación. Así que aunque no fue muy innovador, decidí dedicarme a lo que estaba haciendo desde hace tantos años. Si luego surgía la oportunidad o la necesidad, ya iría cambiando.
Inicialmente fue prácticamente una huida. Mi salida no sentó bien en la empresa y eso me costó. Cuando lo comuniqué, me dijeron que al día siguiente no volviera. Tras 9 años de trabajo… me resultó radical, pero es lo que hay. Aunque era yo el que decidí irme, parecía un despido, una forma curiosa cómo afecta la comunicación a la percepción de los hechos. Fui a la oficina a recoger mis cuatro cosas y me fui al South Summit, que en aquellos momentos ya empezaba a ser un evento bastante conocido.
Mi entorno me apoyó, con ciertas preguntas, pero sin fisuras. Poco a poco, gracias a los primeros clientes que fueron confiando en mí y me recomendaban, fui ganando confianza y consolidando mi actividad.
Desde el principio me centré en trabajar con Startups y empresas muy tecnológicas. Pensé que siendo yo sólo, sería mucho más fácil acceder a clientes pequeños, pero también por afinidad. Me caen bien, como os he comentado de pequeño quería ser inventor y, en general, admiro a las personas emprendedoras. Y como me gusta la tecnología, trabajar con proyectos tecnológicos, encaja muy bien conmigo. Creo que las empresas tecnológicas son una de las palancas más potentes para transformar el mundo en el que vivimos, generar desarrollo y empleo de calidad. Por supuesto, no siempre funcionan, hay mucho riesgo, y muchas fracasan. Pero hay que estar ahí.
A nivel profesional, me considero un todoterreno de la innovación tecnológica, la financiación pública y trabajo con relativa comodidad en ayudas nacionales y europeas con Startups de Salud, Biotecnología, Ciberseguridad, Inteligencia Artificial, Internet of Things, Energía, Química… Aprendo mucho de mis clientes.
No todo son rosas. He suspendido muchísimos proyectos, especialmente europeos, y eso me ha enseñado a evaluar mucho más los riesgos, a ser muy exigente y a elegir con detalle las empresas y los proyectos que realmente tienen oportunidades de éxito. También hay picos de trabajo y fechas límite que me superan, pero esto ha hecho que poco a poco esté creando un equipo. También hay temáticas en las que no soy especialista, y esto hace que haya aprendido a colaborar con otras empresas especializadas, principalmente en finanzas.
Gracias a esto, a mucho trabajo, confianza, y también tener un poco de suerte, los resultados llegan. Un cliente y amigo me dice: Evelio, cuando haces cosas, ocurren cosas. Por otro lado, los que me conocéis ya sabéis que soy muy familiar y un punto vital es el apoyo de mi mujer, de mis hijos, mis padres, de mi hermana, de mis amigos y del resto de mi familia. Eso no se paga con dinero. Así, EJ innovation va bien, crece y está creando equipo para aportar cada día más valor a más clientes.
De forma complementaria, estoy iniciándome por un lado en el mundo de la inversión en Startups tecnológicas y también en consultoría de estrategia con algunos de mis clientes. Al final de cada semana, estoy con tantos emprendedor@s que, quieras o no, algo aprendes. Por el momento, en estas dos líneas mi propósito es aprender, especialmente sobre el funcionamiento interno y la forma de escalar de las startups tecnológicas. No tengo prisa. El camino se hace al andar y creo que vendrán cosas muy bonitas, a su debido tiempo.
De aquí en adelante, además de la operativa habitual de la empresa, espero poco a poco ir comunicando mis impresiones sobre la financiación pública, la innovación y las startups tecnológicas de forma personal y práctica. Cuando terminé la carrera y estaba ya hasta arriba de estudiar, vi un vídeo en YouTube que decía que el nuevo analfabeto era el que no sabía hacer vídeos. Eso me dolió, después de tanto tiempo estudiando volver a ser analfabeto. Y creo que ha llegado el momento de hacer vídeos y otros formatos. Aunque me de vergüenza, o me cueste editarlos y montarlos.
Si has llegado hasta aquí, muchas gracias por tu tiempo y atención. Y si necesitas cualquier cosa relacionada con ayudas públicas o estrategia para Startups tecnológicas, estoy a tu disposición.
Nos vemos.
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ACERCA DE EJ INNOVATION
Evelio Jimeno es Fundador y Consultor de ayudas públicas a la I+D en EJ innovation. Desde 2009, ha ayudado a cientos de empresas de toda Europa a obtener fondos para impulsar su innovación. Si quieres saber cómo obtener las mejores ayudas públicas para Startups y Pymes tecnológicas, descarga gratis la “Guía EJ innovation”. También puedes reservar una sesión de Diagnóstico gratuito aquí.